¿Qué servicios ofrece una clínica de fertilidad durante la aventura de la gestación subrogada?

La elección de una clínica de fertilidad es un paso muy importante en el proceso de gestación subrogada. Su clínica de fertilidad llevará a cabo exhaustivos exámenes médicos, le ayudará a crear sus embriones y, en última instancia, ayudará a su madre de alquiler a lograr el embarazo. He aquí un resumen de los servicios que ofrecen la mayoría de las clínicas de fertilidad:

  • Análisis de semen: Su clínica de fertilidad realizará un análisis del semen del proveedor de esperma, tanto si usted va a proporcionar la muestra de semen como si va a recurrir a un donante, para asegurarse de que las muestras están en las mejores condiciones posibles. La clínica de fertilidad trabajará con usted para mejorar la calidad de su esperma cuando sea necesario, incluyendo la sugerencia de ciertos cambios en el estilo de vida, como dejar de fumar y el uso de ciertos medicamentos y medidas para ayudarle a mantener un peso saludable. Aunque aproximadamente el 98% de los hombres tendrán espermatozoides viables después de estos cambios, es posible que el 2% restante necesite la ayuda de un urólogo para realizar más análisis. Su clínica de fertilidad le pondrá en contacto con uno si es necesario.
  • Pruebas y cribado de óvulos: Las clínicas de fertilidad realizan pruebas exhaustivas de los óvulos que se utilizarán para crear los embriones, tanto si los aporta usted misma como si tiene previsto recurrir a los servicios de una donante. El médico examinará a la donante de óvulos para detectar enfermedades infecciosas, drogas y alcohol, así como su salud física general. La clínica también examinará la reserva ovárica de la donante para determinar si puede producir un número considerable de óvulos. Lo ideal es que este número oscile entre 15 y 30, para producir el mayor número posible de embriones sanos.
  • Creación de embriones: La clínica de fertilidad fecundará los óvulos proporcionados con la fuente de esperma y, a continuación, los observará mientras crecen hasta convertirse en embriones sanos, lo que se conoce como blastocito. No todos los embriones llegarán a esta fase, y algunos serán más “fuertes” que otros. En cualquier caso, cualquier embrión que se considere lo bastante sano para ser transferido se crio preservará, o congelará, hasta que usted y su portadora gestacional estén preparados para la transferencia embrionaria. En ese momento, su clínica también supervisará el proceso de descongelación del embrión y su colocación en el útero de la portadora gestacional.
  • Pruebas genéticas preimplantacionales: Es posible que desee colaborar con su clínica para realizar lo que se conoce como pruebas genéticas preimplantacionales (PGT). Se trata de una prueba útil que puede determinar cuáles de los embriones que se han creado tienen más posibilidades de dar lugar a un embarazo satisfactorio y evitar abortos espontáneos o dificultades para concebir. La PGT también le ayuda a identificar embriones con anomalías cromosómicas que pueden dar lugar a afecciones como el síndrome de Down, la fibrosis quística o que predisponen a su hijo a otras enfermedades.
  • Seguimiento de la donante y la madre subrogada:  Una vez que la subrogante queda embarazada, la clínica de fertilidad también se encargará de supervisarla durante varias semanas, normalmente hasta las 10 semanas. Una vez que el embarazo se considere sano y sin complicaciones, la madre de alquiler empezará a trabajar con su propio ginecólogo, que controlará su embarazo como cualquier otro.
  • Almacenamiento: Algunas clínicas de fertilidad le ofrecerán la posibilidad de almacenar sus gametos no utilizados, incluidos óvulos, espermatozoides y embriones no utilizados. Si decide aumentar la familia más adelante, puede trabajar con la clínica de fertilidad en ese momento para conseguir un segundo embarazo. Más adelante, tendrá que trabajar con su clínica de fertilidad para decidir qué hacer con los gametos no utilizados si no decide utilizarlos: puede donarlos a otras personas que luchan por concebir, donarlos a la ciencia o simplemente deshacerse de ellos.